Concibo la terapia como un camino compartido, en el que avanzar juntos. Mi propósito es acompañar con sensibilidad y respeto, ofreciendo un espacio seguro, de confianza y horizontal; un lugar de calma donde la persona pueda sentirse acompañada sin juicios.

Mi enfoque es integrador y flexible, siempre adaptando la mirada y las herramientas a las necesidades de cada persona. Pongo el acento en los recursos y fortalezas individuales, que considero el verdadero motor del cambio. A través de la historia y la narrativa personal, acompaño en la búsqueda de nuevos significados y en la construcción de formas más satisfactorias de entendernos y de afrontar los retos de la vida.

Acompaño a niños, adolescentes y adultos en diferentes etapas vitales. En el trabajo con niños tengo una mirada sistémica y considero fundamental la colaboración con las familias y, cuando es necesario, con otros profesionales. Con los adultos, centro mi labor en dificultades emocionales como duelos, dificultades relacionales, autoestima o la búsqueda de sentido vital, favoreciendo siempre que cada persona se reconozca como protagonista de su propio proceso de transformación.